Hay en nuestro cuerpo, – ¡esa máquina perfecta! – siete centros de energía que nos permiten encontrar el bienestar tanto en el campo físico como en el psicológico; para nutrirlos, es
necesario que elijamos alimentos llenos de vida que creen un arcoíris en nuestro plato. Tras un maravilloso proceso que concluyó con mi certificación en Integrative Nutrition, sentí un profundo deseo de ir más allá en el aprendizaje que se refería a integrar los alimentos en mi vida de una forma más divertida que el desgastado hábito de contar calorías. En esta búsqueda encontré a Deanne Minich, nutrióloga, que me ayudó a conectarme una vez más con mi ser. Les dejo algunos elementos de aquello aprendí de ella,
– gracias maestra -.
Este es un tema lleno de vida; ¡Nútrete con color!
- El Rojo: Raíz.
La base de la columna.
La infancia. Estabilidad, arraigo, seguridad, identidad, protección, familia/comunidad. - El Naranja: Flujo.
El abdomen bajo.
La adolescencia.
Creatividad, sexualidad, sensualidad, expresión emocional, excitación, posibilidades. - El Amarillo: Fuego.
El plexus solar.
De los 20 a los 30 años.
Empuje, ambición, balance de la vida laboral, confianza, empoderamiento, transformación. - El Verde: Amor.
El pecho.
De los 30 a los 40 años.
Relaciones profundas – matrimonio, hijos, padres mayores -, cuidado propio y de los otros, pasión, sanación. - El Turquesa: Verdad.
La garganta. De los 40 a los 50 años.
Decir la verdad, historia personal, grandes decisiones y elecciones hacia adelante, camino autentico, libertad. - El Azul: Visión. La frente.
De los 50 a los 60 años.
Sabiduría, intuición, intelecto, entendimiento, discernimiento. - El Violeta: Espíritu.
La coronilla.
De los 60 años hasta la iluminación.
Conexión, significado, propósito, existencia más allá del cuerpo, alma
“Mientras mayor claridad tengas para vislumbrar lo que quieres crear en tu vida, podrás alinearte de manera más eficiente con tu mente, cuerpo, corazón y alma.”
David Simon.